martes, 9 de noviembre de 2010

JUVENILES CONTRA MESSI Y CRISTIANO

La liga española es un escándalo. La venta de los derechos televisivos, primera fuente de ingresos de los clubes, ha dado como resultado un campeonato adulterado, donde Barcelona y Real Madrid, golean en casi todos todos los partidos. Algo normal ya que ambos han logrado reunir a golpe de talonario y de las ventajas fiscales españolas a los mejores jugadores del mundo. Incluso el Barça que está nutrido por muchos jugadores de la cantera invierte 10 veces más que el resto en fichajes. Dos protagonistas y dieciocho comparsas.
En ninguna liga europea hay tanta diferencia entre los dos grandes y el resto de los equipos. Mientras que Manchester, Inter o Bayern obtienen como mucho 100 millones de euros, siempre que obtengan determinados objetivos deportivos, Real Madrid y Barcelona se dispone a sacar de antemano 160 millones anuales. Para el resto migajas que varían de los 55 millones para Valencia y Atlético de Madrid y 20 millones para cada uno de los 16 equipos restantes. La desigualdad es apabullante. Es imposible competir en igualdad de condiciones a la hora de confeccionar una plantilla.
Apenas han transcurrido diez jornadas del campeonato español y, una vez más, la liga es un duelo a dos cantado. Es el momento de plantarse, en primer lugar las aficiones ante unos consejos de administración sumisos que tragan con esta situación. Hay que exigir a los clubes de primera división que en la segunda vuelta, cuando se enfrenten al Real Madrid y al Barcelona, comparezcan con los equipos juveniles. Ninguno saldría perjudicado por la medida de presión. Que la liga se la jueguen entre ellos, sin necesidad de actores secundarios. A lo mejor se dan cuenta que el fútbol es un espectáculo que precisa de emoción, magia y sorpresa. Siempre habrá equipos grandes, chicos y medianos. Lo que no puede haber dos competiciones diferentes en una misma liga. Esto creo que ya no gusta ni a culés ni a merengues.

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